Nicolás Maduro Moros se ha proclamado este viernes presidente de Venezuela en medio de acusaciones de fraude. “Esta toma de posesión no la pudieron impedir”, dijo con la banda presidencial cruzándole el pecho.
En un momento dado, se burló de su contrincante en las urnas, Edmundo González, el opositor que, de acuerdo al cotejo de las actas electorales, venció en las urnas a Maduro.
“Estoy esperando a que llegue, estoy nervioso”, dijo entre las risas de los presentes en el evento. Edmundo González se encontraba en ese momento en República Dominicana, desde donde se esperaba que hiciera algún tipo de gesto que impugnara la juramentación de Maduro.
Una sensación de inquietud ha rodeado el acto, del que no se había anunciado ni la hora ni el lugar exacto. Al final se llevó a cabo en el salón Elíptico de la Asamblea Nacional, un escenario inusual para esta ceremonia.
El encargado de las operaciones militares chavistas desplegó horas antes en terreno un sistema de misiles antiaéreo 9k37 BUK, de fabricación rusa, como forma de disuasión. Se cerraron las fronteras con Colombia. El Gobierno de Maduro quería evitar por tierra y aire que el opositor entrara a su territorio, como había prometido en la víspera. Ese mensaje, repetido con insistencia desde hace un mes y replicado por presidentes de otros países, ha colocado al chavismo en estado de alerta.